En esta ocasión fueron los abuelitos de Alvaro los que nos encargaron su tarta de cumpleaños. Teníamos el reto de que el bizcocho y el relleno estuviesen tal y como nos gusta a nosotras, ya que no podía llevar nada de huevo. Pero a pesar de todo quedamos satisfechas y Alvaro pudo disfrutar de una riquísima tarta.
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