En esta ocasión la tarta que nos pidieron fue todo un reto. Solo nos dieron una premisa. Tenía que ser la cabeza de un caballo, porque a Carlos le encanta éste animal. Y allá que se puso Lucy manos a la obra. Este fue el resultado.
Lo que queda claro es que en Bricoazucar somos amantes de los animales.
Aquí tenemos a Carlos y sus amiguitos, dispuestos a dar buena cuenta de su tarta.