Esta tarta tiene historia. Fue un encargo de Beatriz en el cumpleaños de su padre y como era para Borja quedamos que la recogería en Tauste. Pero una va cumpliendo años y hay alguna lagunilla en la memoria. Se me olvido apagar las luces del coche, y cuando lo fui a recoger estaba sin batería, con lo cual, el pobre Toñin casi se queda sin su tarta. Pero bueno, todo se solucionó y esperamos que se llevase una agradable sorpresa. ¡¡Felicidades!!
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